viernes, 11 de septiembre de 2009

LOS CELOS EN LOS NIÑOS

La expresión de los celos por parte de los niños se lleva a cabo de formas muy diversas.

1. Por un lado, están aquellos niños cuya manifestación celosa se realiza mediante un cambio de conducta. Se vuelven más desobedientes, más rebeldes, y, en algunos casos, más agresivos al punto de llegar a morder y/o golpear a su nuevo hermanito, quitándole los juguetes u otros objetos, molestándole en cuanto tiene oportunidad..

2. Otros niños, en cambio, se vuelven llorones, y se pegan a la falda de la madre en el intento de llamar su atención y de no perderla. Se sienten débiles, cómo si ya nadie se importase con ellos. Se niegan a todo tomando una actitud rencorosa con sus seres queridos como forma de reproche por haber centrado su atención y cariño en el otro hermano.

3. Es común, también, que presenten algún retroceso en su desarrollo. Algunos vuelven a hacerse pis llegando a pedir que les pongan de nuevo el pañal. Otros pueden volver a hablar de una forma más infantil, a chuparse el dedo, a exigir que su madre le devuelva su chupete. Son reacciones normales de la crisis que está atravesando. Esta es su protesta y hay que comprenderla con paciencia y muchísimo cariño.

De este modo, y para prevenir la aparición de los celos en el niño, puedes tener en cuenta los aspectos que nombramos a continuación.

o Cuando tengas que dar la noticia de un nuevo hermano a tu hijo hay que decirselo con mucho cariño y tacto para que el niño sepa claramente lo que va a ocurrir.

Para que el niño no se sienta de lado y lejos de su protagonismo, pida su opinión sobre la habitación del hermanito, sobre los colores, los juguetes que él le dejará, etc. Hay que explicarle que su hermano va a quererle mucho y que él podrá cuidarle y protegerle. Y que además le enseñará muchísimas cosas.
Es necesario, a partir del quinto o sexto mes de embarazo, cuando ya se ve la tripa grande, que tu hijo empiece a comunicarse con su hermano a través del ombligo de la mamá. Pídale que cante su música favorita a su hermanito o que le cuente un cuento antes de dormir.

o Durante el parto, y siempre que sea posible, la madre, antes de irse al hospital, debe despedirse de su niño. Y pedirle que cuide bien de la casa durante el tiempo que esté ella en el hospital.
Aunque esté en el hospital, llámale por teléfono para preguntar sobre sus actividades. El papel del padre, en estos momentos, debe ser aún más visible. Y cuando sea posible, que el niño vaya a visitar a su madre y a conocer a su hermanito en el hospital. Un detalle importante: si puedes, lo recibas con un regalo en el hospital, y dile que fue su nuevo hermanito que le ha traído.

o El momento de la vuelta a casa es el que exige más tacto. Demuestra alegría al volver y encontrar todos juntos otra vez. Interésate y escucha todo lo que el mayor cuente sobre los días que estuvo sin la madre en casa. El niño necesitará de la seguridad y la confianza de sus padres.
Es importante que no se cambie la rutina del niño tras el nacimiento del hermano. No olvidarse de las costumbres que tenías antes del otro bebé. Si hay que hacer un cambio, se debe hacerlo antes de que nazca el otro bebé. No olvides de jugar con el mayor, de estar en la mesa a la hora de comer, cenar, de prepararle su merienda preferida, de permitirle que se acurruque en tus brazos. Busque que el momento que tenías solo con él no se altere.

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