miércoles, 10 de septiembre de 2014

¡NO TENEMOS MIEDO!


 Finalizan las merecidas vacaciones de verano y a todos nos toca prepararnos para la vuelta a la rutina. Comienza nuevo curso para los peques y es entonces cuando nos toca enfrentarnos al periodo de adaptación. Ay, ay, ay… Un gran reto para ellos que no quieren entrar en la guarde, que lloran desconsoladamente en la despedida, que muestran rechazo y sufren ansiedad ante el desapego… y, también, para vosotros, papas, yayos y otros familiares, que sabemos que sentís inseguridad, culpabilidad por la separación, temor ante el cuidado que recibirá el niño@, en definitiva, sentimientos habituales y normales que nosotras, las profes, comprendemos y entendemos. Para tranquilizaros un poquito vamos a explicar qué es eso del periodo de adaptación:

El periodo de adaptación es el tiempo que cada niñ@ necesita, y que varía de unos a otros, para adaptarse a una situación nueva, en nuestro caso, la incorporación a nuestra guardería. Se trata de un proceso complicado para los pequeños ya que supone la salida de su entorno familiar, el cual conoce a la perfección y que le proporciona seguridad, protección y tranquilidad,  y la entrada al entorno escolar, un nuevo ambiente, que no conoce, en el cual no se siente seguro, ni tranquilo y que, además, le provoca miedo y nerviosismo. 

Debéis saber que la incorporación al entorno escolar va a ser complicada pero que, tarde o temprano,  este proceso acaba y finalmente, todos los niños asimilan la nueva situación y se adaptan.

Para facilitar la incorporación de los niños a la guardería y agilizar la finalización de este proceso las profes haremos lo posible durante estas primeras semanas para que los niños, por sí mismos, encuentren en nuestro espacio un lugar que les proporcione seguridad, confianza, tranquilidad y sobre todo buenas dosis de diversión y felicidad.

La actitud que la familia tenga en el periodo de adaptación es definitiva para que el proceso no se demore ya que vuestros sentimientos se reflejan en vuestros niños. Debéis estar seguros de que la guardería les aportará multitud de beneficios.

A continuación os vamos a enumerar algunas orientaciones que pueden resultar útiles para este periodo:

¢                 Estar atentos a las necesidades que demande el niñ@ para ofrecerle nuestra ayuda, comprensión y nuestro apoyo en todo momento.

¢                 No actuar ante los niñ@s con inseguridad, duda o culpabilidad por dejarlos en la escuela. 

¢                 No prolongar las despedidas en exceso.

¢                  Antes de comenzar la asistencia del pequeño conviene que vayáis adaptando los horarios de sueño y alimentación a los que va a tener en la escuela para que comenzar a facilitarle su incorporación.

¢                 Organizaros de modo que no estéis nerviosos y con prisas para que el niño vaya lo más tranquilo posible a la escuela.

¢                 En los primeros días, el niño puede llevar consigo algún objeto al que tenga cierto apego afectivo, para hacer más agradable la adaptación al nuevo ambiente.

¢                 Durante el período de adaptación, en la medida de vuestras posibilidades, es conveniente que intentéis llevarle y recogerle vosotros, ya que esto le dará seguridad y se acostumbrará antes al cambio. Así mismo intentad ser muy puntuales en la recogida para que no tenga sensación de desamparo cuando lleguen los demás padres.

¢                 Procurad evitar que falten durante los primeros días para que se adapten con mayor rapidez, y encontrar un horario regular que el pequeño vaya a seguir todos los días para que conozca sus rutinas y a través de ellas sus propios horarios.

¢                 Cuando sea la hora de marchar es mejor no alargar la situación: decir adiós con seguridad y alegría. Hay que transmitir al niño que lo que estáis haciendo es lo mejor para él. Es importante que no piense que la marcha de los padres es opcional o que si protesta con fuerza impedirá la partida.

¢                 Debemos evitar el chantaje afectivo de “no llores que mamá se va triste”, o la mentira “voy a comprar y vengo enseguida”, así como evitar al recogerle frases como “¡Ay pobrecito!, que le hemos dejado solito”, ¿has llorado mucho?....

¢                 Esperemos a introducir cambios en la vida del pequeño (quitar pañales, cambio de habitación…) mientras se está adaptando a la escuela para que pueda asimilarlos de uno en uno con más facilidad.

Para finalizar recordaros que estamos a vuestra disposición para cualquier duda y os mandamos fuerza y animo pero, sobre todo, os pedimos confianza.


Un fuerte abrazo.

2 comentarios:

  1. La verdad es que los comienzos siempre son duros en todo, pero contando con vuestra profesionalidad y con las ganas e ilusión que comenzais el curso, ¡¡¡miedos los justitos!!!
    Besicos. Carmen

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  2. Isabel mama de marina2 de octubre de 2014, 4:47

    Cuando nos vais a poner fotos de los peques????? Ya tengo ganicas de ver lo que hacen.....

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