CANTAR ALEGRA LA VIDA Y EL CORAZÓN

¿Quién de vosotros no conoce las ya famosas “canciones de la guarde”? Entre ellas destacaremos la de nuestro querido caballo Pichirilo, la de las manitas, la de la hormiga o el gusanito, y cómo no, la de Pin Pon, la selva de Noé o la foca Marisol, por nombraros algunas.

Bien, pues para vuestros hijos, todas estas canciones están ayudándoles a crecer, están nombrando a personajes que hacen cosas maravillosas, a veces imposibles, pero sin embargo, en nuestras canciones lo hacen y nos parece increíble, por eso le otorgamos una categoría más especial; de ahí que el escuchar música o aprender canciones sea una necesidad básica para los niños y niñas de esta edad, no solo por la diversión y entretenimiento que les supone, sino también por su capacidad para mejorar algunos aspectos físicos, intelectuales y emocionales.

La canción, además de ser uno de los mejores recursos lúdicos que poseemos, es un importante instrumento educativo, por eso, utilizamos tantas canciones en nuestro día a día, porque puede ayudarnos a alcanzar diferentes objetivos de forma fácil y divertida. Os pondré dos ejemplos de canciones que utilizamos en la clase de los pequeños para aprender a localizar algunas de las partes de la cara o con los mayores para aprender los números:

En mi cara redondita

tengo ojos y nariz                                                                                Este es el 1

y también una boquita                                                                         este es el 2

para hablar y reír… ¡ja, ja, ja!                                                      este es el 3, el 4 y el 5.

Con los ojos lo veo toooooooodo,                                                      Le sigue el 6

con la nariz hago a, a, achís…                                                          y después el 7

y con la boquita yo como                                                          luego el 8, con el 9 y el 10.

¡palomitas de maíz!

7 Razones de por qué cantar.......

-          Ayudan a desarrollar el sentido musical, y con ello, el oído del niño, lo cual facilita su introducción en el mundo de la música, el reconocimiento de sonidos u onomatopeyas y su identificación en otros contextos.

-          Además, estimulan el sentido del tacto si acompañamos el canto con algún instrumento, ya que resulta divertido y enriquecedor seguir el compás de una canción con una maraca, una trompeta, unos cascabeles, un tambor o una pandereta. En la guarde, damos mucha importancia a este aspecto, de ahí la reciente celebración del Día de la Música, Santa Cecilia, donde fueron ellos mismos quienes crearon su propio tambor para después utilizarlo, acompañando alguna canción.

-          La canción, además, ayuda a desarrollar la atención y la memoria, pues hay determinados sonidos, palabras o estructuras lingüísticas que se fijan más fácilmente si las acompañamos de música.

-          No podemos olvidar que las canciones ayudan al tratamiento de los problemas del lenguaje, pues hay niños que presentan alguna dificultad para pronunciar determinados sonidos que, gracias a las canciones, se ven aminoradas de forma inconsciente, sin que ello suponga un gran esfuerzo para él.

-          Otro de los beneficios de la canción, es el hecho de que ayude a exteriorizar las emociones, pues a veces, podemos adivinar su estado de ánimo oyendo las canciones que escoge de forma espontánea. Por ello, os invitamos a que en algún momento experimentéis con ellos la musicoterapia, que trata de aunar música y emociones.

-          Señalar también que las canciones facilitan las relaciones sociales, pues nuestros niños cantan y bailan todos juntos, y así aprenden a relacionarse con sus iguales.

-          Por último, y quizás lo más difícil de trabajar, deciros que dentro de la música también es muy importante trabajar la relajación con el objetivo de disminuir su nivel de actividad, fomentando la tranquilidad corporal y mental. Por ello, con los más mayores, realizamos alguna sesión de este tipo, pues así conseguimos que trabajen en un ambiente tranquilo o que se relajen escuchando alguna música o historia concreta. Os aseguro que es digno de ver… ¡alguno llega a dormirse!

 

Por todo esto, os invitamos a que compartáis con vuestros hijos innumerables momentos de alegría, diversión y entretenimiento, donde sea la música quien invada vuestro cuerpo y mente.

 

Como decimos en la guarde:

“La música es algo que entra por el oído y que llega al corazón”

 

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