¿CUÁNDO DEBEMOS QUITARLE EL PAÑAL? ¿ESTÁ PREPARADO?

¿Otra vez te has hecho pis? Fulanito, ¿dónde se hace el pis? ¿y las cacas? si hacemos pis en el orinal pondremos carita contenta….  ¿A que os suena papis y mamis? Todos los días, mantenemos alguna conversación de estas con los peques que están diciendo adiós a sus pañales y para los que empieza un duro proceso: el control de esfínteres.

Es un proceso que se produce en la vida del niño, más o menos, en torno a los 2 años. Para los padres es una etapa también bastante dura, pues puede generarles ansiedad e inquietud… ¿que por qué? Todos los días salen de la guarde con su bolsita llena de mojados pantalones, bodis, zapatos…, pero hay que pararse a pensar: debemos entender que todo esto lo hemos pasado todos y que por tanto es un acontecimiento natural en la vida del niño.  Hay que tener en cuenta que cada niño sigue un proceso, su propio proceso, y que no hay un patrón para todos igual. Por ello, debemos ajustarnos lo más posible a este proceso, teniendo presente que pueden darse algunos contratiempos o retrocesos derivados de factores emocionales o cambios en sus rutinas.

La pregunta del millón: ¿cuándo es hora de quitar el pañal? Sólo hay una respuesta posible: cuando están preparados, y me diréis: ¿y cuándo es eso? Pues bien, los niños comienzan a manifestar que están preparados cuando observamos ciertas conductas:

-          Entiende, verbaliza y realiza órdenes sencillas

-          Avisa cuando está mojado o ha hecho cacas.

-          Se quita solo el pañal o pide que se lo retiren.

-          Apreciamos que durante largos períodos de tiempo (2 o 3 horas) tiene el pañal seco.

Ante estas señales que el niño nos proporciona de manera natural, es recomendable comprobar que no existen cambios importantes en la vida y la rutina del niño (mudanzas, viajes, llegada de un hermano…) para plantear el comienzo del control de esfínteres. Una cosa muy importante: se debe estar de acuerdo e iniciarlo conjuntamente en casa y en la escuela y, NUNCA, retrocederemos en la idea de quitarlo si no hubiese un motivo de causa mayor (instrucción médica, etc…)

¿Qué haremos los papas y las profes? Ofreceremos al niño todo nuestro apoyo y nos daremos cuenta de que es una etapa en la que el tiempo, la paciencia y la comprensión son fundamentales. Además, el compartir este proceso con otros niños le ayudará a conseguir el éxito.

Nuestra actitud irá encaminada a elogiar y premiar al niño siempre que consiga los resultados exigidos o simplemente porque su actitud sea la esperada. Aplaudiendo sus logros y no regañando por sus dificultades, potenciaremos su autoestima y confianza en sí mismo.

En un primer momento, en casa, enseñaremos al niño el orinal para que lo conozca y le explicaremos para qué se utiliza. Le dejaremos que lo manipule y juegue, viéndolo como un objeto próximo y evitando así su rechazo. Se le quitará el pañal previamente durante periodos cortos de tiempo (una o dos horas) para que el niño sienta la satisfacción de no tener pañal, ofreciéndole sentarse en él cada cierto tiempo o con un control de horario que marcará el adulto. Este tiempo se irá ampliando paulatinamente. Después, se le retirará definitivamente el pañal, salvo para dormir la siesta y por la noche. Éste se podrá retirar cuando se levante con el pañal seco o pida que se lo retiren.

El paso del orinal a la taza del servicio o váter se realizará sin presionar al niño, con una actitud cariñosa y entusiasta. Durante todo el proceso, la familia estará al lado del niño para fomentar su autonomía, nunca sobreprotegiéndolo y presionándolo.

Dos cosas más, las cacas tardarán mucho más en controlarlas pero Roma no se hizo en un día, debemos ir poco a poco; y la última, ¡mucha paciencia! Desde aquí, os animamos a que les premiéis con una carita contenta o triste como hacemos en la guarde, para reforzar este nuevo método que estamos llevando a cabo donde son ellos mismos quienes valorar su comportamiento y su actitud.

Un saludo, las profes.